La casa en general combina el uso de materiales expuestos permitiendo que el material exprese sus propias características; como son la madera, piedras, mármoles, acero, vidrio y cemento expuesto, dándole un espíritu cálido y autentico.

 

El mayor reto era trabajar un programa de actividades exigente, con flujos independientes que respeten la diferencia entre lo privado y lo social, en un lote un tanto angosto, el terreno tiene diez metros de ancho por veinte de largo, rodeado en tres de sus lados por casas consolidadas de tres pisos.

 

La virtud del proyecto radica en que en ningún momento se siente que el lote es pequeño, cada ambiente es particular y con características que lo hacen especial, todos gozan de luz natural, y prima la sensación de amplitud y fluidez, siempre preservando la independencia y privacidad frente a los otros ambientes de la casa.   

 

Dentro de la casa prima la sensación de estar en otro lugar, en sus ambientes uno olvida que se encuentra en medio de la ciudad, a dos cuadras de una de las avenidas más bulliciosas de Lima. Tanto por el silencio logrado en su interior, como en la composición y relación con el exterior.